domingo, 14 de febrero de 2016

Estudio de Jorge Manrique

 Recuerde el alma dormida, 
avive el seso e despierte 
  contemplando 
cómo se passa la vida, 
cómo se viene la muerte 
  tan callando; 
  cuán presto se va el plazer, 
cómo, después de acordado, 
  da dolor; 
cómo, a nuestro parescer, 
cualquiere tiempo passado 
  fue mejor.




Nuestras vidas son los ríos 
que van a dar en la mar, 
  qu'es el morir; 
allí van los señoríos 
derechos a se acabar 
  e consumir; 
  allí los ríos caudales, 
allí los otros medianos 
  e más chicos, 
allegados, son iguales 
los que viven por sus manos 
  e los ricos.



Este mundo es el camino 
para el otro, qu'es morada 
  sin pesar; 
mas cumple tener buen tino 
para andar esta jornada 
  sin errar. 
  Partimos cuando nascemos, 
andamos mientra vivimos, 
  e llegamos 
al tiempo que feneçemos; 
assí que cuando morimos, 

  descansamos.


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